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¿Y qué va a pasar ahora con el trabajo en remoto?

La pandemia del COVID-19 le ha pegado un acelerón impresionante a la cultura del trabajo en remoto y cada cual se lo ha montado como ha podido. Pero... y cuando se acabe el peligro del virus? ¿Querremos volver a lo de antes? ¿No habremos cambiado nada?
¿Y qué va a pasar ahora con el trabajo en remoto?

La pandemia del COVID-19 le ha pegado un acelerón impresionante a la cultura del trabajo en remoto y cada cual se lo ha montado como ha podido. Pero... y cuando se acabe el peligro del virus? ¿Querremos volver a lo de antes? ¿No habremos cambiado nada?
Muchos piensan, yo incluido, que esto es una tendencia que no tiene marcha atrás, y que va a suponer un antes y un después tanto para las personas como las empresas.

La conciliación de vida personal y laboral al tener lugar en una misma ubicación conseguirá que las personas vuelvan a priorizar lo que es importante para ellos. Organizar el trabajo en torno a tu vida, y no al revés, será el primer cambio que se va a notar. Las personas se darán cuenta de que son más que un puesto de trabajo y esto hará que se centren en propósitos más profundos que les dé una felicidad más plena y diversa.

El no tener que invertir tiempo en trasladarse a la oficina nos aportará unos 25 días extra al año para dedicarnos a otras cosas lo cual considero que es un salto considerable en cuanto a salud y bienestar. Podremos hacer uso de nuestra libertad para organizar nuestras actividades con mayor libertad: salir a correr por la tarde, yoga a primera hora de la mañana, tiempo para ocio de calidad con tus hijos, amigos, mascotas, estudiar, aprender a pintar con acuarela, etc…

Al eliminar estas barreras geográficas y de movilidad el mercado laboral se amplía, tanto para empresas como para profesionales, pudiendo entrar en contacto con talento y proyectos interesantes fuera de tu ámbito geográfico. Es un reto para todos, ya que las primeras empresas en flexibilizarse en este sentido tendrán una ventaja frente al resto ya que es un beneficio palpable para los candidatos. Según un estudio de Gartner, el 82% de los responsables de equipo preguntados plantea el permitir que sus empleados flexibilicen sus horas de trabajo entre su casa y la oficina.

Calm office environment in India
Photo by Raj Rana / Unsplash

Esto tiene como consecuencia que los puestos de trabajo tal como los hemos conocido van a dejar de existir en breve. Las oficinas se usarán cada vez con menos frecuencia y por lo tanto se transformarán en lugares de uso compartido con zonas comunes en las que hacer reuniones u otros tipos de sesiones colaborativas. Incluso puede que las oficinas funcionen bajo modo de suscripción dentro de espacios físicos más grandes, bien sean coworkings, hoteles, espacios multidisciplinares, etc…
Los beneficios de ir presencialmente a la oficina se van a ver reducidos por los beneficios del ahorro de tiempo en desplazamientos; el hacer networking y las charlas, conferencias, eventos, afterworks, etc.. serán muy importantes para crear y cultivar relaciones entre empleados.
Una encuesta de PWC confirma que el 72% de los empleados de oficina les gustaría trabajar en remoto al menos dos días a la semana, una flexibilidad que hasta ahora no era lo habitual.

Por supuesto esto tiene que llevar consigo un cambio de mentalidad. Va a desaparecer ese concepto de que un buen rendimiento es estar “sentado” en tu puesto de trabajo. El "micro-management" ya no será factible y los trabajadores podrán cumplir con sus responsabilidades sin preocuparse por parecer ocupados ante sus responsables, compañeros, etc... adiós al "calentar la silla".

Este es un cambio complicado pero clave: trabajar asíncronamente. La oficina como espacio físico es una fábrica de distracciones, de interrupciones y de gratificaciones instantáneas donde el trabajo síncrono hace que sea complicado planificarse y tener tiempo productivo de calidad.

A día de hoy ya nos sobran herramientas de planificación y gestión que permiten llevar el trabajo de manera asíncrona y este cambio de mentalidad es lo más importante que necesitan aquellos equipos que quieran ser productivos en remoto. Todos los responsables de equipo debemos abrazar este cambio lo antes posible, es bueno para todos.

Hasta ahora muchas empresas veían el trabajo en remoto como una preocupación debido a que los empleados podían no cumplir con sus obligaciones laborales responsablemente y, como se dice coloquialmente, escaquearse del trabajo. La realidad es que el problema es normalmente lo contrario, empleados trabajando demasiado por no conseguir una desconexión real y efectiva. El agotamiento que producen largas temporadas así puede acabar con un empleado molesto, frustrado o incluso deprimido y esto es una tarea extra para los responsables de equipo, que debemos poner los medios para que esto no suceda.

Por otro lado algunas personas cuentan que el trabajar desde una habitación de su casa les provoca un sentimiento de soledad aunque personalmente opino que "la soledad del trabajo en remoto" es un concepto equivocado.
En el fondo, que la empresa elija con quien voy a compartir gran parte de mi tiempo, no va a hacer que el propósito de mi vida o mi sensación de soledad cambien o mejoren. Necesitamos relaciones profundas y significativas, nunca se sabe de donde nos van a llegar en un inicio y no hay que cerrarse puertas, pero lo habitual es que sucedan con familiares, amigos, amigos de amigos, etc..; los compañeros de trabajo no se pueden convertir en un placebo. Asumir esto será importante, aunque no sencillo.
Creo que también es importante diferenciar entre soledad y desamparo. El hecho de no tener un compañero físicamente al lado a quien solicitar ayuda o hacer una consulta no implica necesariamente que cada uno tenga que enfrentarse solo a los retos o problemas del día a día para conseguir los objetivos. Las empresas y equipos tendrán que aprender a resolver esto con medios y maneras distintas a los utilizados hasta ahora.

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Photo by Andrew Neel / Unsplash

Es bastante habitual que personas que viven en grandes ciudades y centrados en su trabajo nunca consigan sacar tiempo para hacer lo que les gusta, o lo que más les satisface, incluso dejando de lado las relaciones de amistad precisamente por esa falta de tiempo. Al final, uno se acaba acostumbrando a esa rutina y la pereza acaba dominando al sacrificio.
El trabajo remoto nos va a permitir una mejor gestión de nuestro tiempo libre y volver a aprovecharlo para actividades de entretenimiento, aprendizaje y socialización con personas de nuestro entorno y comunidad. Por así decirlo es realizarnos mediante el tiempo libre y su disfrute.

La realidad es que las grandes ciudades siempre han sido fuente de puestos de trabajo cualificado, pero no siempre la mejor opción para obtener calidad de vida. Con este cambio, los profesionales más cotizados tendrán la opción de elegir donde vivir, por ejemplo ciudades más pequeñas o incluso pueblos; algunos con la excusa de volver a su ciudad natal y otros con la de una vida más sencilla. Así, además, tendrán un coste de vida más bajo y una mejor calidad de vida para ellos y para su familia.

Las zonas que sean receptoras de todos estos nuevos habitantes deberán adaptarse rápidamente para atraerlos y que no echen de menos las ventajas de la gran cuidad: mejores escuelas, más servicios sanitarios, conexiones a Internet más rápidas y acceso fácil a transporte público (estaciones de tren y aeropuertos).
También las empresas decidirán que sus oficinas puedan estar en otros lugares que no sean parques empresariales o centro de las ciudades. Estos días Oracle anunciaba que deja definitivamente Silicon Valley para mudarse a Austin, que aunque pueda sonar rural también tiene una gran comunidad de startups.

Oracle moving headquarters to Austin, Texas, joining other tech companies in California exodus
Oracle is moving its headquarters out of the San Francisco Bay Area to Austin, Texas, the tech giant announced Friday afternoon, following other companies like Tesla and Hewlett Packard in California’s exodus.

Algunos, los más aventurados, pensarán que, ahora que su vida profesional y personal se alinean será posible trabajar desde cualquier lugar e incluso que ese lugar no sea estático. El negocio de viviendas de alquiler de corta estancia tendrá que compaginar a los alquileres vacacionales con los alquileres de aquellos que buscan descubrir un lugar nuevo haciendo su vida normal. Los más intrépidos se subirán a una caravana o una furgoneta adaptada.
En esto, unos amigos míos ya me demostraron hace tiempo que era posible, han estado durante año y pico recorriendo Europa, cada mes en un país distinto y moviéndose durante los fines de semana a los distintos destinos que querían visitar.

Estos cambios de residencia, bien sean a largo o a corto plazo, va a provocar un cambio progresivo pero imparable hacia la educación y el aprendizaje remotos, o al menos online. Tanto pequeños como adultos vamos a necesitar que la formación sea más fluida, independientemente de donde se esté residiendo o pasando un tiempo.

Photo by Minh Pham / Unsplash

Y, ¿cómo afectará todo esto a nuestro rendimiento? El concepto de productividad cambiará radicalmente en el momento en que el propósito laboral sea cumplir unos objetivos, propios y de empresa, sea la tónica general. Herramientas adaptables a necesidades específicas, herramientas de organización, mejorar procesos, crear sistemas de trabajo, son todos modos de entrar de lleno en este nuevo concepto de productividad.

Para mi, la clave de un futuro laboral remoto y productivo será documentar todo.
La documentación es el primer y gran superpoder de los equipos que trabajan en remoto. Los profesionales más exitosos serán aquellos capaces de dejar por escrito cualquier procedimiento, tarea o documentación que sirva a sus compañeros para mantener su aprendizaje y su autonomía vivos. Toda empresa o equipo remoto debe buscar formas de hacer esto de manera más eficaz si quiere tener éxito a largo plazo. La flexibilidad de horarios o incluso de zonas horarias hará cada vez más complicado coincidir en tiempo y canal con la persona que puede solucionar ese bloqueo concreto, el poder acudir a una buena documentación soluciona ese bloqueo de manera directa y escalable.

Las horas de trabajo como principal métrica para juzgar el desempeño laboral serán reemplazadas por métricas orientadas a objetivos.
Los mejores equipos y los mejores profesionales serán aquellos que sean capaces de cumplir de manera constante y responsable con sus objetivos. El crecimiento y el desarrollo profesional dentro de una empresa pasará dramáticamente de decidirse en base a las capacidades y la responsabilidad en vez de decidirse en base al "colegueo", a ser el que siempre cierra la oficina o en base a con quien te tomas una cerveza a la salida.

Con esto no quiero decir que el colegueo entre compañeros vaya a dejar de existir y que nos vayamos a convertir en robots de cadena de montaje. Esos compañeros de trabajo que solo han interactuado vía email, chat, videoconferencias van a agradecir y mucho que sus empresas impulsen y sufraguen oportunidades para reunirse todos y trabajar juntos durante unos días. Probablemente esas oportunidades: afterworks, retiros, reuniones anuales, etc.. contarán ademas con expertos y formadores dinámicas de cómo mejorar la efectividad, el trabajo en equipo o el liderazgo en dinámicas de cómo mejorar la efectividad, el trabajo en equipo o el liderazgo. Sin duda las actividades lúdicas ayudarán a fortalecer las relaciones y la cultura de la empresa.

A medida que los empleados se deslocalizan es importante que se sigan sintiendo parte de un ente mayor o al menos que se mantengan animados respecto a la visión del proyecto de empresa.
Esto también pasará con sus clientes o usuarios. La “comoditización” de la tecnología dejará de ser una barrera de acceso y el compromiso o fidelidad de los clientes tiene que llegar de la mano de convertirlos en una comunidad.

La comunidad se va a convertir en el activo más importante de la empresa, por un lado y por el otro.

En fin, muchos cambios...veremos cuales se consolidan y cuales no pero en general yo creo que son para bien.